Si visitas Iquique y deseas conocer algo más que sus playas refrescantes, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar Humberstone, un antiguo asentamiento salitrero cuyos restos se conservan hasta el día de hoy.
La historia de Humberstone
Hablar de Humberstone es hablar de un viaje al pasado; uno glorioso que se nutrió del poder salitrero a finales del siglo XIX. Humberstone es una de las salitreras mejor conservadas y más representativas de una serie de más de 200 oficinas de este tipo que alguna vez existieron en la zona norte del país, todas interconectadas por un sistema ferroviario especialmente construido, y que constituyen un testimonio excepcional del progreso tecnológico y de los intercambios globales que fueron la piedra angular de la era industrial.
Humberstone y su par Santa Laura, se encuentran ubicadas a 47 kms de Iquique. Ambas fueron parte de la época de oro del salitre, cuyo declive ocurrió a finales de los años 50. Fueron construidas en 1872 y durante su funcionamiento tuvieron distintos propietarios. El nombre original de Humberstone era La Palma, cuyo dueño era la Peruvian Nitrate Company. Posteriormente y luego de su reapertura post Gran Depresión del 29, su nombre cambió al que se le conoce en la actualidad.
Su periodo de mayor esplendor fue entre los años 1933 y 1940, donde llegó a albergar 3.700 personas que trabajaban y administraban la salitrera. Humberstone era un pueblo en sí mismo. Contaba con iglesia, teatro, pulpería, piscina, hotel, salas de eventos y viviendas que estaban divididas según las funciones que desempeñaban los trabajadores. Eran pequeñas y contaban sólo con lo básico para subsistir luego de una larga jornada bajo el sol de la pampa, donde la vida era muy dura debido al clima extremo.
La gente desarrollaba su vida ahí; todo giraba en torno a la salitrera y el contacto con el puerto de Iquique era mínimo. Una vez que el salitre comenzó a ser reemplazado por salitre sintético, la demanda a trabajo y exportaciones bajó, por lo que poco a poco la gente comenzó a abandonar el pueblo. En 50 años no ha tenido ningún habitante, pero se conserva bastante bien gracias a su condición de Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco.
En las casas aún se conservan utensilios de la época: objetos de uso cotidiano, papeles y recuerdos de una época de oro que no pudo soportar el paso del tiempo y de las nuevas tecnologías.
Hasta el día de hoy, aún quedan personas que vivieron en la pampa, que crecieron junto a sus padres y que vivieron gran parte de su vida en ella. Son verdaderos testimonios vivientes de la época fructífera del llamado “oro blanco”.
¿Cómo llegar a Humberstone?
Es muy sencillo.
Desde Iquique, la carretera está muy bien señalizada. Se debe tomar el camino a Alto Hospicio ruta A- 16) y seguir la señalética. Esta carretera conecta además con Pozo Almonte, La Tirana y Pica, pueblos que también se pueden sumar a una ruta por el interior del desierto. El camino hasta Humberstone toma aproximadamente 45 minutos.
En cambio, si quieres ir en bus, debes acercarte al sector del Mercado de Iquique, en las calles Sargento Aldea con Barros Arana o bien, Sargento Aldea con Amunáteguí. Ahí encontrarás servicio de buses que por $2.500 pesos chilenos te dejan frente a la ex salitrera, justo donde está la pasarela que conecta la carretera con la entrada. Hay que caminar algunos minutos bajo el sol, por lo que recomiendo sombrero, protección solar y mucha, mucha agua.
Para el regreso, debes esperar el bus en el paradero techado que se puede ver desde la entrada de Humberstone. El tiempo de espera promedio es de 10 minutos y este bus te dejará en el mismo Mercado de Iquique, aunque también puedes bajarte antes si lo deseas.
Si aún no logras convencerte de conocer Humberstone, te invito a revisar esta galería de fotos de mi última visita a este pueblo misterioso, donde pude reencantarme aún más con su historia, atmósfera, colores y nostalgia. –>GALERÍA HUMBERSTONE
